Las finanzas y amor son dos temas que están directamente relacionadas. Desde decisiones sobre gastos compartidos hasta la planificación del futuro financiero conjunto, las parejas se encuentran navegando por un mar de desafíos y oportunidades
Hoy entrevistamos a Gisella Canales, experta en Educación Financiera, quien lleva casada más de 10 años. Ella nos contará cómo llevan las finanzas en su hogar y qué consejos puede darles a las parejas sobre este tema.
1. ¿Cómo llevas las finanzas en pareja? ¿Separados? ¿Juntos? Podrías dar una recomendación según tu propia experiencia.
-En mi casa llevamos finanzas separadas pero con gastos compartidos, es decir: hay gastos en común que se reparten, pero hay bienes que son individuales, porque al iniciar la relación ya se contaba con ellos (casa, carro, electrodomésticos).
Personalmente creo que no existe un método “ideal” para manejar las finanzas en el hogar o la pareja, pues todo dependerá de los acuerdos y el respeto de los mismos.
Mi recomendación sobre este tema es manejarlo del modo que sea cómodo para ambas partes (no imponer) y hablar sobre el tema, que haya transparencia y ambos coincidan y se sientan conformes con el método que definan. Un método u otro no hace mejor o peor una relación, pero el no hablar sobre el tema y sencillamente suponer o imponer, sí delata problemas de comunicación y de la relación como tal.
Esto de los acuerdos es aún más oportuno cuando hay hijos previos a la relación, o una de las partes tiene otros dependientes (padres, abuelos), pues no se puede contar con el 100% de los ingresos de la pareja, pero sí se pueden acordar gastos en común y hacer saber de los gastos individuales.
He conocido casos en los que esos gastos de otros dependientes ocasionan conflictos, porque “quita dinero al hogar”, pero son lazos financieros y emocionales de por vida, no son desechables y es algo que se debe tener claro desde el principio. En mi caso hay dos hijos mayores y tenemos una hija en común, pero trabajamos en conjunto para garantizar que los 3 tengan todo lo que necesiten (o más) de forma equitativa, porque desde que decidimos unirnos, somos una sola familia.
2. En tu caso con tu esposo ¿Cómo hacen en el caso de las deudas? Tanto las que tienen individualmente como las que se adquieren juntos como una casa.
-Debido a que ambos trabajamos de forma independiente, procuramos tener el menor endeudamiento posible y usar el crédito solamente si es necesario. Ambos sabemos qué tiene (o debe) cada uno, y aunque no paguemos las cuentas del otro directamente, procuramos aportar de otras maneras, por ejemplo: si sé que se le viene un gasto grande (regreso a clases, universidad, etc) y hay otro gasto que deba realizar en esa temporada, puedo asumirlo (si está a mi alcance, claro está), o se reduce/elimina.
Otro ejemplo: de nuestra casa actual aún se debe el 16% del valor de esta y es una compra que asumí por completo con la venta de mi primera casa y ahorros personales, proponiéndome pagarla en el menor tiempo posible; desde que asumí ese pago mensual él ha procurado reducir gastos en salidas y da más seguimiento y control a posibles fugas. Pero su mayor apoyo –y que agradezco mucho– es su involucramiento en el crecimiento de mi empresa, pues, aunque “no es suya”, sabe que el bien de uno nos beneficia a todos como familia.
3. ¿Desde cuándo hablaron de finanzas? ¿Desde novios? ¿Qué es lo más recomendable de acuerdo con tu experiencia?
– Desde que nos fuimos conociendo. Recuerdo que empezamos a hablar de vivir juntos y aproveché para decirle todo sin filtros: cuánto ganaba, cuánto pagaba/debía (crédito de vehículo en ese entonces) y cuánto podía aportar a gastos extras. Él hizo lo mismo y a partir de ahí definimos qué podíamos hacer y qué no.
Es importante hablar sobre estos temas desde que sentís que la relación se dirige hacia algo más serio, para no llevarse sorpresas desagradables cuando ya hayan dado el paso.
4. ¿Qué pasa cuando uno de los dos gana más que el otro? ¿Alguna vez has tenido una situación así? ¿Cómo lo han abordado?
-Nunca hemos tenido ingresos similares, siempre han sido distintos entre sí. Lo que procuramos es no inflar los gastos solo porque hay más ingresos, sino pasarlo a ahorro, precisamente porque al trabajar por nuestra cuenta, puede haber temporadas bajas en las cuales los gastos (de hijos, principalmente) se mantienen.
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Es importante mencionar que el hecho que uno perciba más ingresos que el otro no se debe ver como una relación de poder, donde quien más dinero pone es quien manda (esto es algo muy común). Si él recibe un ingreso sustancialmente mayor, excelente, aprovechá y provisioná el resto del año escolar; o si es en mi caso, se acelera el pago de la casa.
Es complejo de explicar, pero tratamos de que si bien no juntamos el dinero, sí compartimos los objetivos financieros y los apoyamos mutuamente.
5. ¿Qué pasa cuando uno de los dos se queda desempleado? ¿Alguna vez han pasado por eso?
-Sí ha pasado, pero algo que como familia ponemos en práctica es actuar en vez de quejarnos, entonces: ¿qué hacer para generar ingresos y sustituir esa pérdida? Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pero en situaciones así es que entra en juego el esquema de pareja, donde uno es soporte del otro, tanto en lo emocional como en lo económico.
Durante las relaciones habrá vaivenes, hoy puede pasarte a vos, mañana a mí, pero más allá de verlo como TUS ingresos o los MÍOS, tratamos de pensar siempre en el bienestar del hogar y de todos los que lo componen.
6. Si uno de los dos gasta más que el otro ¿Cómo navegar juntos en el mismo barco?
-Es inevitable, pues cada persona tiene gustos y preferencias diferentes, por ende, nunca van a gastar exactamente igual. Acá la clave es conocer los puntos fuertes y débiles de la pareja. Por ejemplo, él no es ducho para hacer compras en el súper, porque no se toma el tiempo de comparar precios o tamaños de presentaciones, entonces evitamos que se encargue de eso. Pero es muy bueno para negociar, entonces si se hará alguna compra grande u obra en la casa, se encarga del tema (independientemente de quién lo pague). En mi caso amo comer, pero odio cocinar y si eso no se controla, implica mucho gasto en comida fuera. Entonces tratamos de hacer algo en lo que todos podamos participar durante la preparación y así nos animamos (me animan).
Para ir “en el mismo barco” insisto en la transparencia y comunicación sobre estos temas, poner cada uno de su parte para conciliar puntos de vista o aprender juntos. Y si debés pedir ayuda, hacerlo. Un “amor, no podemos comer fuera esta quincena, ayudame a cumplirlo” no va a matar a nadie, al contrario.
7. ¿Qué consejos financieros le darías a quienes están pensando en comenzar una vida juntos en pareja?
-Lo primero, a mi criterio, es tener en orden sus finanzas de forma individual, o de lo contrario arrastrarán esos problemas a la pareja y convivencia.
Aprovechamos el #ValentinesDay 💗para consultarte, cuál es tu método para dividir los gastos en pareja 💸:#Finanzasenpareja
— AirPak (@AirpakEnvios) February 14, 2023
Cuando estén decididos a dar el paso, hagan números juntos (luego de tener cada uno sus números individuales) para decidir cómo procederán a partir de ese momento: ¿van a compartir todo (ingresos, gastos y deudas) ?, ¿van a manejar cada uno lo suyo, pero con gastos y compromisos en común? Aprovechen ese momento para hacer saber sus puntos no negociables, así como cosas que quieran cambiar.
Independientemente de cómo decidan manejar las finanzas, este proceso debe ir acompañado de metas en común, en las que ambos participen y puedan fiscalizar y dar seguimiento. Al final de eso se trata la vida en pareja: complementar a la otra persona, reconociendo y aceptando las debilidades de cada uno, pero con la mirada fija en el lugar donde quieren estar en el futuro. Y eso solo se puede lograr poniéndose de acuerdo y hablando sobre el tema.
