La inflación es un fenómeno propio de la economía, pero en 2022 se ha acelerado. Aquí te compartimos cómo podés proteger tu remesa de la inflación.
Por Gisella Canales, experta en Educación Financiera
Empecemos por conocer ¿qué es la inflación? Es el incremento de precios de productos y servicios, lo que ocasiona que nuestro dinero pierda valor, pues nuestra capacidad de compra se reduce cuando aumentan los precios.
Seguramente has escuchado bastante el término inflación durante los últimos meses, debés saber que el incremento de precios no es exclusivo de tu país, sino que es global, lo que podría afectar el flujo de remesas, pues así como vos has resentido el incremento de las cosas, de igual manera lo hacen tus familiares en el exterior.
En Estados Unidos, por ejemplo, la inflación alcanzó en mayo 8.6% en comparación con el mismo mes de 2021, la tasa más alta en 40 años. En España, por su lado, los precios acumulaban un incremento de 10.2% versus el mismo mes del año pasado. Ambos países son los mayores emisores de remesas que llegan a Nicaragua.
A nivel nacional hasta mayo la inflación alcanzó 10.61%, en contraste con mayo de 2021. Ese porcentaje de aumento es un promedio de una lista de centenares de productos y servicios, en los que cada uno de ellos ha aumentado más o menos que otros. Ejemplo de esto es que el litro de aceite pasó de un promedio de C$55.58 en mayo del año pasado, a C$80.97 en mayo de este año.
¿Qué hacer para contrarrestar la inflación?
No podemos controlar los precios, pero sí podemos tomar medidas para contrarrestar los efectos de la inflación. Tomá nota:
1. Planificá: Puede que esta sea la medida que menos gusta, pero es la más efectiva para controlar el dinero. Es necesario que no se te escape ningún gasto y hagás un plan para el dinero disponible. Si tu remesa es, por ejemplo, de US$150 al mes, debés hacer la lista de en qué cosas los va a utilizar, poniendo un monto específico para cada gasto, y tomar medidas en caso que esos montos cambien por las variaciones de precios.
2. Moderar o eliminar: Una de las ventajas de planificar los gastos es que permite identificar salidas de dinero innecesarias, o que superan el monto deseado. Por ejemplo, si cada día recargás tu celular con C$20, representa un gasto mensual de C$600, pero en su lugar podrías optar por planes semanales de C$100 y gastar C$400 al mes, dejando C$200 disponibles para enfrentar cambios de precios. Aplicá este proceso a todos tus gastos.
3. Identificá gastos evitables: Por costumbre muchas veces incurrimos en gastos que pudieran evitarse por completo, tales como los relacionados con el retiro en físico de tu remesa. ¿Sabías que podés cobrar tu remesa descargándola en la Billetera móvil CashPak y desde ahí pagar tus servicios básicos, préstamos y otros? De esa manera reducís numerosos gastos en transporte y tiempo.
También podés descargarla en línea directo a una cuenta bancaria desde el sitio web de AirPak. Es momento de identificar qué cambios podemos hacer en nuestro día a día para evitar gastos, y proteger tu remesa de la inflación.
4. Reducí deudas: En el caso que tenga deudas, reducirlas es una forma de sortear mejor los cambios de precios. ¿Por qué? Porque cada cuota que debés pagar, es un dinero con el que no podés contar para tus gastos. Por ello, si actualmente tenés disponibilidad para abonar un poco más a tus deudas, hacelo y salí de ellas lo antes posible. Luego de eso, procurá no asumir compromisos financieros innecesarios.
5. Compartí gastos: Gastos de transporte, compras de alimentos en presentaciones más grandes entre varias personas para adquirirlos más baratos (por ejemplo, medio quintal de arroz), o gastos de entretenimiento, son algunos que pueden compartirse con familiares o personas cercanas, reduciendo montos a pagar.
6. Optá por productos de temporada: Si bien algunos precios suben, otros bajan según la temporada de producción, por ejemplo verduras, frutas y lácteos. Optá por modificar tus compras de acuerdo a los productos de temporada, y así amortiguar los incrementos.
7. Cuidá tu dinero: Si recibís remesas y tenés pagos que hacer en moneda extranjera, procurá no cambiar todo lo que recibís, o perderás en el cambio de moneda (vender los dólares para luego volver a comprar). Asimismo, no cambiés todo de una sola vez, sino por partes, para tener ganancia cambiaria y reducir la tentación de gastar.
Cada medida suma para proteger tu remesa de la inflación, y combinadas podés lograr mejores resultados.
